Algunos textos esperan en la mesa del Parlamento, agazapados y sin demasiada esperanza de sus creadores, a tener su minuto de gloria. Y eso es lo que creía el partido ultraderechista francés Reagrupamiento Nacional (RN) el pasado jueves, cuando comenzó la votación sobre la resolución que había llevado a la cámara para denunciar los acuerdos suscritos entre Francia y Argelia en 1968 después de la guerra de independencia del país norteafricano. Concretamente, los que facilitan a los argelinos la solicitud de permisos de residencia. La propuesta del RN, esa fue la sorpresa, se impuso por un voto. Se trata de la primera vez en la historia de la V República que la ultraderecha logra sacar un texto adelante en la Asamblea Nacional. Y ha sido gracias al apoyo de parte del centroderecha.El acuerdo, firmado seis años después del fin de la guerra de Argelia (1954-1962), ofrece a los argelinos cláusulas específicas en materia de circulación, inmigración y estancia en Francia. Les permite obtener un permiso de residencia de diez años mediante un procedimiento acelerado. En el marco de la reagrupación familiar, los miembros de la familia también reciben un certificado de estancia de diez años desde su llegada si la persona a la que se unen posee dicho documento. Y, en medio de la crisis de relaciones entre ambos países, la derecha —también Los Republicanos y los moderados de Horizons y MoDem— lleva tiempo reclamando su final.El resultado de la votación fue histórico. Llegó solo dos días antes de la Fiesta Nacional de Argelia (el aniversario del inicio de la insurrección del 1 de noviembre de 1954). No tiene carácter vinculante desde el punto de vista jurídico, y nada obliga al Gobierno a aplicarla. Pero en el plano simbólico, la extrema derecha ha logrado una victoria indudable, ya que es la primera vez que un texto que promueve en el hemiciclo es adoptado.Los diputados del RN (122 electos de 123) y su aliado de la Unión de Derechas por la República (15 diputados de 15) votaron masivamente a favor de este texto que denuncia dicho acuerdo. De los 50 parlamentarios que conforman el grupo de Los Republicanos, 26 votaron a favor del texto. “Cuando el RN defiende proyectos o convicciones que compartimos, no hay ninguna razón (…) para no votar por aquello que queremos para nuestro país”, justificó el jefe de los diputados de derecha, Laurent Wauquiez. El texto, y eso quizá fue lo más sorprendente, también fue apoyado por 17 diputados del grupo Horizons, el partido de Édouard Philippe, principal candidato del centroderecha a las elecciones presidenciales de 2027. Marc Lazar, profesor de Sociología Política del Instituto de Ciencias Políticas de París (Science Po) y de la Luiss en Roma, cree que hubo un punto de casualidad en la aprobación, pues muchos diputados se ausentaron durante la votación. “Pero está claro que una parte de Los Republicanos (LR), como sus votantes, ha decidido que, de ahora en adelante, el RN es un partido como otro y se puede llegar a un acuerdo. Si hubiera elecciones anticipadas y el RN tuviera un buen resultado, pero faltasen algunos diputados, se ayudarían. Todavía no lo llamaría alianza, pero prueba que hay cada vez más porosidad entre los dos electorados”, señala. El historiador Benjamin Stora, nacido en 1950 en la Argelia francesa y autor del informe que encargó en 2021 el presidente de la República, Emmanuel Macron, para mejorar las relaciones con Argelia, cree que esta resolución no ayudará a favorecerlas. “A efectos prácticos no cambia gran cosa. Hace mucho que los argelinos tienen que pedir un visado para entrar en Francia, desde 1986. Y el problema es que nunca ha habido un debate. Es solo Francia quien decide”, apunta.Stora, en cambio, sí observa grandes cambios en el plano nacional. “Cae la barrera entre la derecha y la extrema derecha. Hace años que hay relaciones, discusiones, gestos entre la derecha republicana y el RN, pero eran más discretos. El jueves se hizo a plena luz del día, y reabre la cuestión para la derecha de su pertenencia al gaullismo, que es incompatible con la ultraderecha, [la organización terrorista OAS, vinculada a la extrema derecha, intentó asesinar al general Charles De Gaulle tras la guerra de Argelia]”, señala.Las relaciones entre ambos países se han ido complicando en los últimos tiempos con episodios como la encarcelación del escritor francoargelino Boualem Sansal. La situación hoy se encuentra en el peor momento, opina Xavier Driencourt, quien fue ocho años embajador en Argel. “Así que no pasará nada nuevo con esta resolución”, apunta. Este diplomático, sin embargo, cree que lo que ocurrió en el Parlamento tiene varias causas y efectos distintos. “El RN no se esperaba tener esta mayoría, pero logró que se aprobase. Algunos ven un consenso político sobre la cuestión argelina, otros la unión de las derechas. Yo también creo que fue un poco por casualidad porque faltaban muchos diputados. Pero muestra la hipocresía de los políticos, porque los partidos de Gabriel Attal o Édouard Philippe habían llamado a denunciar este acuerdo y, cuando los ponen delante de los hechos, votan en contra o se ausentan. Este tema, que al principio era algo tabú, únicamente de la ultraderecha, hoy hay una cierta unanimidad. Así que avanza, y será importante en las elecciones de 2027”, presagia. La votación de la Asamblea, más allá de los efectos que tenga, pasará a la historia y abre una vía de agua en el dique de contención que hasta ahora había planteado Francia al partido de Marine Le Pen. “El RN solo se fortalece gracias a la debilidad de sus adversarios. Esa es la lección del lamentable incidente que ocurrió el jueves 30 de octubre. Este importante tropiezo marca un nuevo hito en la banalización de este partido de extrema derecha”, se escandalizaba Le Monde en un editorial el viernes. Pero, sobre todo, muestra el avance de la idea de una necesaria unión de derechas para que el RN pueda llegar a gobernar en un sistema donde los franceses han terminado votando por defecto a otro partido en la segunda vuelta.

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