A falta de fútbol, los goles sirven para ganar tiempo en el Barcelona y preparar mejor el próximo partido, que será el domingo en el Bernabéu. El refrán de obras son amores, y no buenas razones, se cumplió en Montjuïc. El juego del Barça no mejoró mucho ante el Olympiacos respecto al partido contra el Girona. La diferencia estuvo más en el adversario -muy inferiores los griegos- y también en el árbitro -mucho más condescendiente el suizo que Jesús Gil- que en la versión del equipo de Flick. La goleada cayó sin parar después que el plantel de Mendilibar se quedara con un futbolista menos por la expulsión de Hezze. Rashford culminó entonces con dos tantos la obra de Fermín.
6
Wojciech Szczesny, Jules Koundé (Ronald Araujo, min. 74), Pau Cubarsí, Eric García, Alejandro Balde (Gerard Martín, min. 74), Fermín López, Lamine Yamal (Roony Bardghji, min. 74), Dro Fernández (Frenkie de Jong, min. 58), Pedri (Marc Bernal, min. 79), Marc Casadó y Marcus Rashford
1
Konstantinos Tzolakis, Costinha, Panagiotis Retsos, Francisco Ortega (Bruno Onyemaechi, min. 52), Lorenzo Pirola, Chiquinho (Diogo Nascimento, min. 30), Gelson Martins (Christos Mouzakitis, min. 45), Daniel Podence (Roman Yaremchuk, min. 77), Santiago Hezze, Dani García y Ayoub El Kaabi (Mehdi Taremi, min. 77)
Goles
1-0 min. 6: Fermín. 2-0 min. 38: Fermín. 2-1 min. 52: Ayoub El Kaabi. 3-1 min. 67: Lamine Yamal. 4-1 min. 73: Rashford. 5-1 min. 75: Fermín. 6-1 min. 78: Rashford
Arbitro Urs Schnyder
Tarjetas amarillas
Balde (min. 22), Santiago Hezze (min. 34), Dani García (min. 38), Daniel Podence (min. 54)
Tarjetas rojas
Santiago Hezze (min. 56)
La victoria fue tan sencilla como complicado resultó el juego hasta el 3-1 en un partido que no admitía bromas después de la derrota ante el PSG. No mejoraron mucho las sensaciones en la Champions respecto a la Liga. El Barça se ha vuelto un equipo flácido, desconfiado consigo mismo, como si hubiera perdido la memoria y estuviera desentonado y destensado, poco que ver con el que ganó la Liga y la Copa. Habrá que mirar a la enfermería para reforzar el ánimo antes de viajar a MadridLas alineaciones, muy condicionadas por la ristra de bajas, son más escrutadas que nunca desde que las fluctúa la pareja de centrales, los laterales no están en su mejor forma y los extremos ya no aprietan como era costumbre en el manual de Flick. El técnico calzó a Fermín cerca del costado izquierdo para que barriera el frente de ataque y presionara por dos, y, si era necesario, por tres, -no es fácil ver defender a Rashford y a Lamine-, dio entrada a Dro como tercer volante -descansó De Jong- y repitió con Cubarsí-Eric como zagueros por delante de Szczesny. Fermín fue la solución como ya es costumbre porque su fútbol siempre es resolutivo con independencia del momento del Barça. Las muchas pérdidas sangran todavía a los azulgrana, sobre todo cuando se sienten acosados en su cancha, porque permiten las ocasiones fáciles para los rivales e impiden progresar en campo rival, hasta que no se conecta con Pedri. El Olympiacos, sin embargo, es tan valiente como vulnerable, generoso en las concesiones cuando el adversario rompe la presión, poco diligente en el control de la profundidad de los laterales y puntas del Barça.Las llegadas de Rashford y Lamine acabaron con un gol de Fermín, siempre perseverante y llegador, definidor también ante Tzolakis. El 1-0 no serenó a los barcelonistas, demasiado impacientes e inseguros, nada finos y torpes con la pelota, expuestos incluso ante el plantel de Mendilibar, que dispuso la misma formación que perdió por 2-0 contra el Arsenal. El partido seguía muy abierto y descontrolado para suerte del Olympiacos, cuya hinchada -2.700 seguidores- era más intensa que la del Barça.Aún con Cubarsí, Eric y Pedri en el campo, la línea de pase no funcionaba ante el acoso del Olympiacos. Nadie tiraba tampoco un desmarque en un equipo que ha perdido armonía, demasiado sensible y, al mismo tiempo, suficientemente bravo y noble para resistir y pelear como se advirtió en el balón que rebañó Pedri, condujo muy bien Dro y chutó a gol Fermín. El andaluz estuvo a punto de marcar el 3-0 antes de que El Kaabi anotara el 3-1. El marroquí tuvo que batir dos veces a Szczesny porque el VAR intervino para decretar penalti por manos previas de Eric y anular el tanto de El Kaabi. No perdonó el delantero desde los 11 metros e inauguró la cuenta goleadora de su equipo en la Champions. La fragilidad azulgrana mantenía las aspiraciones de Olympiacos para igualar el partido hasta que el árbitro sacó la segunda tarjeta a Hezze. La superioridad numérica fue definitiva porque los espacios permitieron la rehabilitación de Rashford y Lamine. El inglés forzó un penalti discutible después de tocar la pelota sobre la salida del guardameta y Lamine puso el 3-1 previa intervención del VAR. El golpeo de Rashford y una volea de Fermín cerraron una noche que se espera terapéutica en un Barça que no para de auscultarse para encontrar la fluidez y la energía perdidas no se sabe donde si no es en las lesiones de jugadores como Raphinha y en la forma de futbolistas como Lamine.