
Los relojes de España se atrasarán una hora en la madrugada de este domingo. Cuando marquen las 3.00, volverán a ser las 2.00 en la Península, mientras que en Canarias el cambio será de 2.00 a 1.00. El horario de invierno quedará inaugurado y comenzará a amanecer y anochecer más temprano. Esta es la última fecha estipulada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde cada cinco años se publica un calendario con las indicaciones para los cambios, pero no quiere decir que este será el fin del ajuste horario. Modificarlo requeriría el apoyo del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo, y una orden ministerial local. Científicos, médicos y economistas sostienen distintas posturas con respecto al mantenimiento de este mecanismo, que rige desde hace 50 años con el objetivo inicial de hacer coincidir las actividades del día con la luz solar y así limitar el uso de energía eléctrica. Gran parte de los países europeos establecieron el cambio de hora a principios de los setenta debido a la crisis energética derivada del incremento de los precios del petróleo. España lo hizo en 1974. Años después, en 2001, una directiva armonizó el cambio estacional en toda la UE y desde entonces los relojes se ajustan el último domingo de marzo y el último de octubre. En los últimos años, sin embargo, se ha comprobado que el ahorro energético de cambiar el reloj es irrisorio. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado lunes que propondrá al Consejo de Europa terminar con las modificaciones de horario. Existen distintas miradas sobre cómo el pequeño jet lag que produce el cambio de agujas del reloj afecta a la salud. El profesor de epidemiología ambiental en ISGlobal, Manolis Kogevinas, defendía en una tribuna en este periódico a principios de esta semana que retrasar o adelantar el horario es “una medida coherente con la biología humana”, porque “suprimir el cambio de hora implicaría pasar varios meses con exposiciones lumínicas inadecuadas para el equilibrio interno”. El académico, que también ha realizado estudios sobre los efectos de la disrupción del ciclo circadiano en humanos, explicaba: “La mayoría de nuestras funciones biológicas, la temperatura corporal, la presión arterial, la producción de hormonas o la expresión de miles de genes, siguen ese el ciclo natural de luz y oscuridad de 24 horas”. Kogevinas argumentaba que el efecto que produce el cambio de hora en el cuerpo “es leve y se resuelve por completo en menos de una semana”. En contraposición, la doctora en Neurociencias y experta en Medicina del Sueño, Celia García Malo, dice: “El cambio de hora puede precipitar una crisis de insomnio. La mayoría de neurólogos creemos que es totalmente innecesario someter a la población a un trastorno del sueño”. Explica en una entrevista de este diario que “el cambio afecta más a las personas más vulnerables, que son la población infantil, los ancianos y aquellos que tienen algún tipo de deterioro cognitivo”. Detalla que a estos grupos “ya les cuesta estar sincronizados” y que, por tanto, si se los somete cambios en los horarios de las comidas y del sueño, “se trastornan mucho más”. Más informaciónAlgunas asociaciones de especialistas, como la Sociedad Española del Sueño y la Asociación Española de Pediatría, indican que se debería instaurar solo un horario y que el más adecuado para el ritmo biológico es el de invierno. También opina así la ministra de Sanidad, Mónica García. Esto choca con las preferencias del 66% de los españoles, que según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de 2023 prefieren mantener el de verano. El informe también recogió que dos de cada tres encuestados prefería interrumpir las modificaciones.Sin consenso europeoEl presidente del Gobierno defendió el pasado lunes acabar con el cambio horario, al término del Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía de la Unión Europea celebrado en Luxemburgo ese día. “Apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente”, afirmó en un vídeo publicado en la red social X. La propuesta fue respaldada por Finlandia y Polonia. El comisario de Energía, Dan Jorgensen, ha recordado que el Ejecutivo europeo apoya finalizarlo, ya que es “el camino más lógico a seguir”. “Aunque no esté en lo más alto de la agenda política, resuena en millones de ciudadanos”, ha destacado Jorgensen, quien se ha comprometido a trabajar para lograr el consenso de los Estados miembros. También ha afirmado que “pronto” será lanzado un nuevo estudio para apoyar la toma de decisión sobre este tema.El Parlamento Europeo votó en 2019 a favor de abolir la directiva vigente para permitir que cada Estado decidiera si mantener su horario actual o fijar uno definitivo, pero para que la medida sea definitiva es necesario el consenso del Consejo Europeo. Los Veintisiete no están alineados en esta materia. La Comisión ya había abierto el debate en 2018, cuando promovió una consulta pública en la que el 84% de los 4,6 millones de ciudadanos europeos que participaron se mostró a favor de suprimir los cambios de hora. Esa encuesta ha sido la de mayor participación histórica para una consulta comunitaria. Con matices: el 70% de las respuestas procedían de Alemania y pocos Estados miembro superaban el umbral del 1% de los votos.
Cambio de hora de octubre 2025: comienza el horario de invierno en España | Sociedad
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