El dinero destinado a las universidades y la discusión sobre el monto final va a ser el gran protagonista de los presupuestos que presentará este miércoles el Gobierno de la Comunidad de Madrid. El gabinete de la presidenta Isabel Díaz Ayuso tiene previsto aumentar la financiación de las universidades públicas en 75,3 millones, lo que supone una subida del 6,5%. De esta manera, se alcanza una cifra récord de 1.239,7 millones en un año, según transmiten desde el Ejecutivo regional. Sin embargo, no se llega a las exigencias de los rectores de las seis universidades públicas, que denuncian una situación límite que pone en peligro hasta la nómina de sus trabajadores. El pulso entre los rectores y la presidenta de la Comunidad viene de lejos. El año pasado, los responsables de las universidades le rogaron a Ayuso que elevara la financiación de las universidades en 200 millones, casi un 20% más. Ella no les escuchó y destinó un 0,9% de incremento en un primer momento. La situación se tensó al punto de que Ayuso rectificó y lo subió más de 3 puntos más (en total, 47,3 millones). Ahora, sin necesidad de llegar a una controversia, esa cifra todavía es mayor. La presidenta parece buscar no repetir un tira y afloja como el de 2024. En cualquier caso, la cantidad destinada no cubre la exigencia primera de los rectores. Los campus (Complutense, Politécnica, Autónoma, Alcalá, Rey Juan Carlos y Carlos III) presentan deficiencias que necesitaban de una inversión más profunda, según sus responsables. No hay dinero para obras, ni para reponer a los profesionales que se jubilan, y en dos de ellas ni para subsistir: la Complutense (UCM) y la Rey Juan Carlos (URJC). La vicerrectora de la Complutense, María Begoña García Greciano, anunció el pasado diciembre que necesitaban 64 millones para seguir dando y en una entrevista con la agencia Europa Press su rector, Abraham Duarte, cifró en 45 millones el descubierto en los números en este 2025. La Complutense ultima ahora un préstamo de 34,5 millones de euros que les van a obligar a tener unos “presupuestos de guerra” los próximos tres años. Se desconocen los planes de la Comunidad para la URJC.El equipo de Ayuso, por contra, considera un éxito la partida presupuestaria. “Refleja el compromiso de dotar a la Complutense, Autónoma, Politécnica, Carlos III, Rey Juan Carlos y de Alcalá con los recursos necesarios para seguir impulsando una Educación Superior libre, plural y de calidad”, dicen desde el Gobierno madrileño. La situación no es la misma en todas las universidades. Alcalá, con un campus en Guadalajara, recibe cofinanciación del Gobierno de Castilla-La Mancha. La Politécnica hizo un Ere de su personal de administración, por ejemplo. España tiene una media de inversión en universidad (0,6% del PIB) muy lejos de la media europea (1,2%). El Gobierno de Pedro Sánchez pretende que los gobiernos autonómicos se comprometan a llegar a un gasto del 1% en 2030, pero el madrileño no se presentó a la reunión de trabajo del pasado viernes. Madrid tiene un déficit grande en cuanto a la inversión por alumno, un 20% por debajo de la media nacional. Los rectores tenían esperanzas en que Isabel Díaz Ayuso cambiase el rumbo de su política hacia las universidades públicas. Los seis están fuertemente enfrentados con el consejero Emilio Viciana por la ley de educación superior que prepara y la presidenta parecía querer tender puentes. Cinco de los rectores viajaron con Ayuso en un viaje promocional a Miami que no contaba con el respaldo de su comunidad universitaria. Declararon entonces que la habían encontrado “receptiva”. Pensaban que dialogando directamente con Ayuso, y no con Viciana, la situación mejoraría y desde la Puerta del Sol se habló de “un punto de inflexión”. En la toma de posesión de la rectora de la Autónoma, Amaya Mendikoetxea, el 7 de julio, Ayuso aseguró: “Vamos a reforzar significativamente la inversión a seis años”. Y añadió que la subida se vería en los presupuestos de 2026, “para que ninguna universidad nunca reciba menos y que puedan adaptarse a cada situación y a las condiciones de cada una de ellas y crecer sin límites en base a sus méritos e incentivos”. A la vuelta del verano los rectores se han estado reuniendo con Viciana para debatir sobre la ley y la relación, lejos de mejorar, ha ido a peor. En Educación Infantil, Primaria y Especial la inversión se eleva en un 3,5% (1.379,5 millones), y en Secundaria y FP un 6,1% (1.528,5 millones). “Estas cantidades permitirán seguir incorporando nuevos docentes, con 2.725 maestros y profesores más que han empezado a dar clases este curso 2025/26, o el avance en la bajada de ratios de alumnos por aula”, cuentan desde el Gobierno regional. En cualquier caso, puede que este no sea el presupuesto definitivo, como ocurrió en 2024, pues el proyecto aún podrá cambiarse en la Asamblea, donde el PP goza de mayoría absoluta. Está por ver la reacción de la comunidad educativa al conocer las cifras y, sobre todo, de la opinión pública. El hecho de que la educación sea el asunto sobre el que el equipo de Ayuso ha puesto el foco supone ya en sí mismo un intento de rebajar la crispación con las universidades, pero no se ha cerrado la brecha entre las partes. El de la Complutense es un caso especialmente grave: hay ayudas educativas sin tramitar, becados que tienen que pagar de su propio bolsillo o fondos inaccesibles. El problema está lejos de resolverse.

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