El presidente de la Iglesia Evangélica Luterana de Noruega, Olav Fykse Tveit, pidió perdón públicamente este jueves a las personas LGTBI+ del país escandinavo por la vergüenza y el dolor que la institución les ha provocado durante décadas. “La Iglesia noruega ha causado vergüenza, gran daño y dolor a las personas homosexuales. Esto no debería haber ocurrido. Por eso hoy digo: ¡Perdón!“, afirmó Fykse Tveit en un discurso pronunciado en el bar London de Oslo, un popular lugar de encuentro para el colectivo LGTBI+. Fykse Tveit, obispo principal de la religión mayoritaria de Noruega, enumeró en su discurso diferentes ofensas cometidas por la Iglesia y señaló que había llegado el momento de asumir responsabilidades y pedir disculpas. “Algunos pueden pensar que es demasiado tarde, otros creen que es demasiado pronto. Nosotros creemos que es mejor no esperar más”, dijo.Entre los agravios cometidos mencionó la negativa de la Iglesia a permitir que personas del mismo sexo se casaran o trabajaran para la Iglesia y el hecho de que se considerara la infección de VIH como un castigo de Dios contra los homosexuales. “Esto ha llevado a que las personas homosexuales se sientan avergonzadas, como resultado de una narrativa predominante de lo que es correcto o incorrecto en el amor y de la presión de la Iglesia para ocultar o negar quienes eran”, agregó.Al mismo tiempo, expresó su gratitud a todos aquellos que han contribuido al cambio de la Iglesia y en la sociedad para poner fin a la discriminación. “Una sociedad donde puedes amar a quien quieras y ser quien eres hace de Noruega y del mundo un lugar mejor. Por eso hoy también es oportuno decir: ¡Gracias!“.Poco después de pronunciar el discurso, Fykse Tveit acudió a la catedral de Oslo donde estaba prevista una misa vespertina con la presencia del príncipe heredero Haakon de Noruega y su mujer, la princesa Mette-Marit. La Iglesia de Noruega, que en la década de 1950 describía a las personas homosexuales como “un peligro social de dimensiones globales”, aprobó en 2017 el matrimonio eclesiástico de las parejas del mismo sexo.El país escandinavo fue la segunda nación del mundo en legalizar las uniones civiles entre parejas homosexuales en 1933, después de Dinamarca, que lo hizo cuatro años antes.

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