Ha sido el hombre detrás de la resurrección de Nosferatu (1922) y Fausto (1926), de Murnau, obras maestras que en sus manos retornaron para las nuevas generaciones de cinéfilos, o el gran restaurador de Campanadas a medianoche (1965), de Welles, por citar solo dos de sus mejores y más conocidos trabajos. Que el Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual recayera en Luciano Berriatúa (Madrid, 76 años) era solo cuestión de tiempo y de justicia fílmica, y en la edición de 2025 de este galardón que entrega el Ministerio se ha homenajeado a la leyenda que trabaja con leyendas.Más informaciónEl jurado ha justificado su decisión “por su incansable, coherente y entusiasta dedicación a la recuperación y difusión de películas y del material documental que las acompaña”. Además, ha destacado el desarrollo, a lo largo de su vida, de “una extensa y coherente trayectoria profesional, dedicada a la preservación, restauración, investigación, docencia y difusión del patrimonio cinematográfico, tanto español como internacional”. Si en ediciones pasadas lo obtuvieron Ferrán Alberich, Ana Marquesán y Ramón Rubio Lucía, en este 2025 se ha vuelto a premiar a un trabajador incansable, callado, que además tiene reputación internacional. Como aduce el acta: “La labor de Luciano Berriatúa por su esfuerzo constante y su compromiso con la conservación del patrimonio cinematográfico y audiovisual que ha contribuido significativamente a la protección y difusión de la historia y la cultura cinematográfica”.Desde los años noventa, Berriatúa ha estado colaborando con diferentes archivos fílmicos, desde Filmoteca Española y Filmoteca de Catalunya a la Fundación Murnau-Stiftung. Para la cineteca catalana Lideró un proceso complejísimo, la restauración entre 2014 y 2022 de Érase una vez… (1950), la única película que dirigió Josep Escobar, el padre de Zipi y Zape, largometraje del que solo quedaban vestigios en blanco y negro y que volvió al color tras ocho años de trabajos. Y además es autor de diversos libros sobre su trabajo (el dedicado a Nosferatu es fundamental en la bibliografía mundial sobre Murnau) y profesor que ha cuidado en pasar el legado a nuevas generaciones, como actualmente realiza en Córdoba y en la Escuela Elías Querejeta.Volviendo a su labor en Nosferatu, Berriatúa acometió en 2006 acometió la fascinante labor de devolver la película a su estado original, incluido su tintado en color, y tres años después publicó un excepcional y pormenorizado estudio del filme junto a la edición en DVD. Ese estudio, que llevaba un subtítulo que resumía perfectamente la obra original, Un film erótico-ocultista-espiritista-metafísico, iba a más allá del explicar la restauración, sino que entraba en detalle en la producción, el rodaje y toda la historia que envolvía al filme de terror de Murnau.Dentro de la Fundación Murnau, dedicada a cuidar y restaurar la herencia cinematográfica alemana, Berriatúa también encabezado otro reto fílmico: la recuperación de todo el metraje existente de Metrópolis, la obra maestra de Fritz Lang, en 2003. El negativo de esta versión fue seleccionado por la Unesco para formar parte del Registro de la Memoria del Mundo, por lo que se convirtió en el primero en recibir ese honor.

El veterano restaurador Luciano Berriatúa, Premio Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual 2025 | Cine: estrenos y críticas
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