Tener una tarjeta de crédito es una responsabilidad que pocas veces se entiende al cien por ciento, pues nos las otorgan con relativa facilidad y nunca nos explican cómo se usa ni cuáles son las implicaciones que conlleva tener una para nuestras finanzas personales. Quizá el error más frecuente es pensar que se trata de dinero extra, por lo que lo gastamos sin consideración.
La falta de educación financiera lleva a que los usuarios no hagan un uso óptimo de sus productos financieros, lo que en el futuro puede traducirse en deudas y un acceso limitado a nuevos servicios. En México el promedio de deuda con tarjeta de crédito es de 15,700 pesos, según cifras de la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares.
En muchas ocasiones esta cantidad es suficiente para que las familias vivan endeudadas, o para que los titulares de las tarjetas vivan con estrés financiero, por lo que empiezan a hacer mal uso de los instrumentos de crédito.
¿Cuáles son los errores más comunes con las tarjetas de crédito?
Tener una tarjeta puede ser una gran herramienta financiera. Foto: Freepik
Desconocimiento del producto
La morosidad es un concepto generalmente relacionado con falta de liquidez de los usuarios o el surgimiento de algún imprevisto, sin embargo, está intrínsecamente ligada con el desconocimiento de nuestro producto financiero. Los tarjetahabientes deben estar familiarizados con el Costo Anual Total (CAT), las comisiones, anualidades, plazos y la tasa de interés de su producto. Estas características tienen que adecuarse a sus presupuestos, si no, es recomendable buscar opciones que
sean más accesibles y se ajusten al perfil del usuario.
Falta de presupuesto.
Las deudas mensuales en una tarjeta de crédito no deben superar el 15% del ingreso mensual del usuario. Porcentajes mayores a este indican un mal manejo financiero y pueden generar que las deudas se salgan de control. En el mismo sentido, los
usuarios nunca deben usar al máximo su línea de crédito, ya que esto puede dañar su calificación crediticia.
Es recomendable que los tarjetahabientes realicen un presupuesto mensual, contemplando sus gastos fijos e ingresos, para evitar un mal manejo de las tarjetas de crédito y no exceder su capacidad de pago.
Utilizarla para los gastos diarios
Muchas personas utilizan sus tarjetas de crédito para cubrir sus gastos diarios: pagos de comida, transporte, supermercado, combustible, actividades de ocio, etcétera. De esta manera pueden acumular una deuda difícil de pagar al final del mes. Sin embargo, si el objetivo es acumular millas o puntos en la tarjeta, y el usuario es totalero, se puede utilizar de esta forma.
Los usuarios suelen emplear este método de pago debido a que no cuentan con liquidez al momento de hacer la compra, porque no quieren cargar con efectivo o por practicidad. Sin embargo, utilizar la tarjeta de crédito de esta manera no es lo deseable. Se recomienda que este tipo de producto se use para cubrir emergencias o situaciones inesperadas, así como
para adquirir bienes duraderos.
Cubrir los montos mínimos.
Otro error común de los usuarios de tarjetas de crédito es cubrir exclusivamente los montos mínimos que aparecen en sus estados de cuenta. Como resultado de pagar su consumo de esta manera, los ‘no totaleros’ tienen que pagar
intereses.De esta manera, una deuda pequeña puede crecer de manera importante, al punto de que se complique su pago. Si solamente se realizan el pago de los montos mínimos, la mayor parte de los pagos que realiza el tarjetahabiente se van a cubrir intereses y comisiones.
Pagos fuera de la fecha
Además de realizar el pago mínimo, un factor que perjudica a los usuarios de tarjetas de crédito es cubrir sus pagos de manera extemporánea. Pagar la tarjeta de crédito fuera de la fecha límite se traduce en el cobro de intereses y, a largo plazo, daña la calificación crediticia del tarjetahabiente.
Sigue estas recomendaciones y empodera tus finanzas, verás que te será más sencillo controlar tus gastos e irás creciendo tu línea de crédito, de igual manera te será más sencillo tener acceso a otros productos financieros.